PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN EL TRATAMIENTO DEL PACIENTE LUDÓPATA

La participación familiar en los tratamientos de adicciones representa uno de los pilares más importantes en el proceso de rehabilitación. Independientemente de qué tipo de tratamiento se lleve a cabo, la inclusión familiar demuestra mejor pronóstico, mayor probabilidad de cambio y menor probabilidad de recaídas. Tanto en la ludopatía como en otras problemáticas adictivas, se observa la importancia de la influencia del sistema familiar en los tratamientos de rehabilitación.

Previo a describir las distintas variables de inclusión familiar según el tipo de tratamiento, señalemos algunos conceptos básicos sobre la familia: 

La familia es pensada como un sistema complejo donde cada miembro funciona como una parte del sistema que influye y es influido por las demás partes. Asimismo, en el interior de cada familia existen subsistemas que se diferencian y desempeñan funciones específicas. Ejemplos de subsistemas son el Conyugal (matrimonio), parental (padres), fraterno (hermanos), etc. El sistema familiar cumple varias funciones, dentro de las cuales se destacan la protección e intercambio biopsicosocial de sus miembros, la formación de la identidad y la transmisión de la cultura en un contexto determinado. Ademas, la familia es la encargada de trasmitir pautas de interacción, normas e intercambio de información entre sus miembros, valores y sostén afectivo. La interrelación entre los subsistemas y sus miembros desemboca en un entorno que engloba las áreas afectivas, vincular y conductual. De ellas destacamos de suma importancia para el trabajo en ludopatía:  el rol de los límites (a), pautas de comunicación (b) y sostén afectivo y emocional (c).

La problemática de la ludopatía, interpela a las familias en la funcionalidad de las 3 áreas señaladas (afectiva, vincular, conductual), siendo estás fundamentales en la práctica y en el tratamiento de la enfermedad. Es importante señalar algunos aspectos de la funcionalidad y disfuncionalidad en las familias. Generalmente, en familias con problemáticas de ludopatía y otras adicciones encontramos matices entre las versiones de una familia funcional y una disfuncional.

Aspectos generales de una familia funcional:

  • Se estimula la identidad personal y la autonomía de cada uno de sus miembros, sin desatender el sentido de pertenencia familiar. 
  • Los límites son claros y coherentes, garantizando un adecuado sostén familiar. 
  • Presentan un grado de flexibilidad sano que facilita llegar a acuerdos y soluciones enfocados en el bienestar familiar.
  • Comunicación clara y fluida, donde todos los miembros puedan expresar lo que piensan y sienten de manera asertiva.
  • La familia funciona como fuente de sostén afectivo brindando contención y protección emocional. 
  • Los errores y dificultades son pensadas como experiencias de aprendizaje para el cambio.
  • Presentan roles definidos y el orden jerárquico es respetado. 
  • La familia es lo suficientemente flexible para adaptarse al cambio y restablecer el equilibrio al atravesar una crisis.

Aspectos generales de una familia disfuncional:

  • Las pautas y límites son confusos o inexistentes. Quedan desdibujados los derechos y obligaciones de los miembros. 
  • Presentan dificultades en el manejo de variables para una adecuada implementación de los limites. Suelen ser extremistas: a) Se promueve una dependencia excesiva de algunos de sus miembros, lo cual limita su crecimiento y desarrollo personal. Se trata de familias sobreprotectoras que generan en sus miembros inseguridad y dependencia. b) Se establece una relación demasiado abierta, de manera que se anulan los sentimientos de pertenencia familiar. Suele ocurrir en familias demasiado permisivas, que terminan generando una sensación de desarraigo en sus miembros.
  • No se respeta la distancia generacional y la jerarquía de poder se presenta invertida o confusa. 
  • Profundos problemas de comunicación entre sus miembros. Las ideas y sentimientos no son expresadas, dando lugar a mecanismos defensivos y conductas actuadoras. 
  • Los patrones de comportamiento son demasiado rígidos. Se imposibilita o dificulta la adaptación al cambio. Las crisis son vivenciadas como amenazas de desestabilización del sistema. 
  • El equilibrio del sistema se sostiene por medio de conductas manipuladoras y alianzas entre sus miembros. 
  • Los errores y dificultades son vivenciadas como acto de debilidad y pueden castigarse.

La ludopatía presenta el desafío de abordar la enfermedad desde una perspectiva sistémica, incluyendo así a la familia. Si bien existen distintas y diversas modalidades de tratamiento para la ludopatía, en todas ellas, de ser posible, deberá trabajarse incluyendo a la familia. Los dispositivos de inclusión familiar utilizados con mayor frecuencia y probada efectividad son: grupos para familiares, talleres informativos, terapia familiar y vinculares familiares. 

La dinámica grupal, en sus diferentes modalidades (terapia familiar, grupos de padres, etc.) presenta la particularidad de actuar por medio de interacciones en un espacio compartido. Son por excelencia, los dispositivos con mayor riqueza terapéutica, permitiendo a sus miembros (familiares, allegados) compartir experiencias de vida por medio de un proceso de identificación mutua. Tanto los grupos de autoayuda, como los grupos de familiares coordinados por un profesional o equipo tratante, habilitan la posibilidad de que los familiares manifiesten sus miedos y ansiedades al momento de interactuar con el familiar enfermo. Asimismo, el grupo actúa como soporte afectivo para las familias. Esto se debe a que el proceso terapéutico grupal actúa por medio de la identificación entre sus miembros. Permitiendo así que las familias atraviesen el proceso de rehabilitación en continua interacción y acompañamiento. Los grupos a familiares y la terapia grupal permiten a sus integrantes vencer resistencias, afrontar sus sentimientos y temores, romper prejuicios y transitar la experiencia de rehabilitación en constante interacción y compañía. 

Los talleres informativos son una herramienta útil en el inicio del tratamiento y suelen utilizarse en dispositivos institucionales. Tienen como objetivo, brindar a las familias afectadas, información sobre las características, mecanismos y dinámica de la enfermedad. 

El dispositivo de vincular familiar, se utiliza para trabajar aspectos específicos entre los miembros de los subsistemas familiares o bien para evaluar y modificar la dinámica presente entre los subsistemas de una familia. Pueden ser solicitados por el equipo tratante, el paciente o miembros de la familia. La particularidad del dispositivo se centra en trabajar con el paciente, el familiar y el profesional en un contexto controlado. La vincular deberá ser guiada y dirigida por el profesional o equipo tratante. Presenta diversos objetivos terapéuticos, entre ellos abordar dificultades en los vínculos, expresar sentimientos ocultos y no expresados hasta el momento y fomentar una comunicación sana y sincera.

Modalidades terapéuticas /  Inclusión familiar:

Según la evaluación diagnóstica y la modalidad de tratamiento a seguir, se determinará el grado de participación familiar en el tratamiento. En los casos de tratamientos ambulatorios, la participación familiar es determinante para el tipo de tratamiento propuesto. Teniendo presente que la ludopatía es multicausal (individual, familiar y social) es fundamental que se lleve a cabo una anamnesis familiar en la etapa de evaluación diagnóstica. El anamnesis apunta a recabar información acerca de la familia y así determinar la posibilidad de soporte y acompañamiento familiar durante el tratamiento. Las familias con un alto grado de disfuncionalidad (ver características de las familias disfuncionales) presentan mayores inconvenientes de participar como contención en el tratamiento ambulatorio. Los tratamientos ambulatorios tienen la particularidad de requerir familiares responsables para asistir y ayudar al paciente a sostener e internalizar nuevos límites (evitando recaídas de conducta en la ludopatía) y cumplir con las pautas y normas propuestas por el profesional o institución tratante. En los casos donde el tratamiento presente la modalidad de centro de día, la participación y soporte familiar tendrá el mismo grado de relevancia.

Tanto en la modalidad de tratamiento ambulatorio como en la de centro de día la familia cumple con diversos roles. En primer lugar, la familia funciona como puente entre el paciente y el equipo o institución tratante. Como sabemos, el paciente ludópata presenta un desafío complejo para el equipo tratante debido a las características de la enfermedad. De ellas se destacan la tendencia al ocultamiento, la manipulación de vínculos y situaciones y la dificultad para expresar emociones. Nos encontramos con mecanismos defensivos que requieren de una observación y contención constantes. Una comunicación fluida entre la familia y el equipo tratante deriva en un doble proceso terapéutico: por un lado, la familia observa y contiene al paciente a la vez que brinda información al equipo tratante. Este último brindará a la familia en tratamiento, la estructura y herramientas necesarias para asistirla en su “rol de límites”.  Al respecto cabe señalar, que las familias con problemáticas adictivas (incluyendo tanto adicciones de conductas como a sustancias) suelen presentar dificultades al momento de la puesta de límites. Una de las características principales de los grupos de apoyo a familiares es brindar metodologías de abordaje que los asista en la correcta implementación de límites. Asimismo, el equipo tratante cumple con la función terapéutica de influir en la dinámica familiar con el fin de que se modifiquen gradualmente las características y mecanismos disfuncionales inmersos en la familia. Es de suma importancia comprender la problemática de la ludopatía en contexto, donde la familia cumple un rol fundamental. Esta última, va a presentar según la gravedad de cada caso, características disfuncionales que influyen en la problemática del paciente. En muchos casos las familias presentan alianzas negativas, ocultamientos y negación de la enfermedad. Ademas, la propia familia suele presentar dificultades de comunicación. Este último aspecto deberá ser abordado por el equipo terapéutico a los fines de influir en la dinámica de comunicación familiar (pautas de comunicación). 

La familia en su rol de Sostén afectivo, deberá abordar por medio de los dispositivos terapéuticos señalados (grupo de apoyo a familiares, reuniones familiares y vinculares), metodologías de contención emocional frente a situaciones de crisis. Es común que el paciente en tratamiento atraviese diversos estados emocionales. Estos pueden funcionar como desencadenantes de conductas actuadoras y recaídas (retomar una actividad de juego patológico). El equipo tratante deberá asistir y conducir a las familias, brindando herramientas para un sano manejo del paciente en situación de crisis. 

Por último, cabe señalar la importancia de las familias en los tratamientos de internación. Si bien el dispositivo de internación a diferencia de los tratamientos ambulatorios se realiza dentro un marco institucional, no es menor la participación familiar en el tratamiento. Las visitas familiares brindan por un lado soporte y contención al paciente, a la vez que representan para el equipo tratante una valiosa oportunidad de observar la dinámica familiar. Asimismo, es fundamental el trabajo terapéutico con la familia, teniendo presente la etapa de reinserción social. En muchos casos, el paciente luego de un periodo de internación retornará gradualmente al seno familiar. 

La etapa de reinserción social presentará mayores probabilidades de éxito terapéutico y menor probabilidad de recaídas y abandono de tratamiento, en los casos donde se trabaje profundamente con el entorno familiar. La familia deberá contar con herramientas provenientes de los grupos familiares, talleres informativos y vinculares, para modificar características patológicas en la dinámica familiar. Estas características, suelen presentarse como estímulos de riesgo para el paciente. De tal forma se trabaja para una mayor comprensión de la Ludopatía por medio de estrategias de Psico educación para familiares. Es imprescindible que, al momento del retorno del paciente a la familia, esta última tengo plena consciencia de las características inherentes a la enfermedad, tanto del familiar enfermo como de su propia dinámica familiar.

Los dispositivos de abordaje familiar tienen como finalidad: mejorar la comunicación entre sus miembros, permitiendo la libre y sana expresión de sentimientos, comprender las características de la ludopatía y su influencia en la dinámica familiar, aportar herramientas para fomentar límites claros y precisos y modificar la estructura familiar en base a un sano soporte emocional. Ademas, los dispositivos terapéuticos, apuntan en todas sus modalidades, a comprender la ludopatía como una enfermedad sistémica, que lejos de influir únicamente en el individuo, influye e incluye al entorno familiar.

Por Lic. Agustín de Brito

Publicado el 4 marzo, 2019