USO, ABUSO Y DEPENDENCIA

Actualmente se piensa la problemática de la adicción en tres etapas, la etapa de uso, abuso y de dependencia. Dichas etapas pueden ser abordadas de dos modos: como esquemas, dónde situar al consumidor o bien como un sistema progresivo que se inicia en el uso de sustancias y culmina en la etapa de dependencia.

La etapa de dependencia supone pasos previos en la historia del consumidor:

Fase de uso: Primer contacto con la sustancia. Suele usarse por diversión, curiosidad o bien como medio de participación social. Su uso es esporádico y la sustancia suele ser Cannabis (Marihuana) y/o Alcohol.

Luego situamos una etapa intermedia del proceso entre el uso y abuso (consumo regular), donde se pasa de la experimentación de la droga, a utilizarla con determinada regularidad. Este periodo es particularmente significativo y la clínica de las adicciones supone hoy en día un trabajo particular al respecto.

El paso a la Fase de abuso supone no solo una frecuencia en el consumo, sino también la modificación gradual de actitudes y conductas en diferentes áreas tales como:

Esfera social: Es muy común el cambio de amistades. Suelen alejarse de amistades que no consumen y el núcleo social está ligado a personas consumidoras, enfrentamiento y cuestionamiento a la autoridad (tales como maestros, jefes, etc.), conflictos interpersonales, problemas laborales o escolares (baja motivación en el desempeño de tareas, desgano, inasistencias injustificadas, etc.).

Esfera familiar: Conflictos familiares de distinta índole. El consumidor no acepta limites provenientes del núcleo familiar, enfrentamiento con familiares que representan autoridad, alejamiento y perdida de comunicación con los miembros, proyección de emociones negativas (tales como bronca, irritación y ansiedad) en la familia, sobre todo con aquellos familiares significativos que confrontan sus actitudes tales como padres o parejas.

Esfera de la personalidad: Modificación de actitudes, modificación de los valores de la persona, pensamientos disfuncionales, inestabilidad afectiva (irritabilidad, intolerancia, angustia), conductas desadaptativas y de riesgo para el consumidor, estado de ánimo fluctuante e inestable, surgen o se profundizan síntomas de ansiedad y depresión, aislamiento, pérdida de interés y motivación, etc.

El circuito de la adicción influye de manera tal, que la sustancia va tomando un valor sustitutivo de las distintas áreas de participación social y familiar del consumidor, hasta culminar, en la fase de dependencia en el principal objeto de interés. En esta última etapa, suele perderse todo proyecto de vida constituyéndose la droga en el único objeto de valor. La etapa de dependencia se caracteriza por el Craving (un impulso irrefrenable a tomar la droga en forma continuada o periódica a fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar que produce la privación de la droga) y por desarrollar tolerancia y abstinencia.

ETAPA DE USO:

– Primer contacto con la droga.

– Se utiliza esporádicamente en eventos sociales o con grupo de amigos.

– Su uso se relaciona a la búsqueda de placer, diversión, por curiosidad o bien como medio de participación en un grupo social.

– La droga de primer contacto suele ser Cannabis (Marihuana) y/o Alcohol.

ETAPA DE ABUSO:

– Se utiliza con frecuencia y se buscan los medios para comprar o conseguir sustancia.

– Se modifican las conductas y actitudes de la persona.

– Se altera el estado de ánimo: irritabilidad, ansiedad, alteración del sueño, síntomas de depresión.

– Sensación de vacío y pérdida gradual del sentido.

– Altos niveles de impulsividad.

– Es frecuente la utilización de varias sustancias (Poli consumo).

– Su uso frecuente acarrea consecuencias a nivel social, familiar e individual.

– Desinterés y falta de motivación para realizar tareas diarias o para cumplir con responsabilidades.

– El consumo de sustancias se utiliza no solo por placer sino como medio para evitar emociones y sentimientos displacenteros.

ETAPA DE DEPENDENCIA:

– La sustancia como objeto de principal valor en la vida del consumidor.

– Perdida de valores y de sentido. Imposibilidad de armar un proyecto de vida.

– Desinterés general por situaciones que generen placer.

– Serios conflictos en todas las áreas de la persona y con su entorno.

– Craving.

– Dependencia psíquica y física.

– Tolerancia y abstinencia.

– Consecuencias orgánicas y neurológicas de gravedad.

– Intoxicación aguda y sobredosis.

Por Lic. Agustín de Brito

Publicado el 12 enero, 2019